Niki1

Había una vez, hace mucho tiempo, un chancho que hablaba —en ese entonces los chanchos y otros animales hablaban—. A él le decían el corazón, porque todos le hacían bromas, lo molestaban, le hacían de todo pero él no se enojaba como los demás si le hacían eso. Pero además le decían así porque él tenia un corazón enorme. Hasta que un día fue a un museo que era muy lindo y había un cuadro que era tan lindo que se enamoró. Todos preguntándose por qué amaba tanto una pintura, y él siempre respondía es arte, lo amo. Desde que conoció ese cuadro quiso pintar y solo pintar, hasta que un día se propuso a pintar algo que le costaría mucho tiempo y así fue. Tardó más de 2 meses, y aunque no parezca es famosa esa pintura. Les voy a explicar por qué digo que seguro la conocen. ¡Él usó tantos colores! Marrón,verde,celeste,azul,negro,violeta,rojo y un montonazo más. El nombre de la pintura es La Monalisa y el nombre del chancho supongo que ya lo sabés —igual te lo digo— Leonardo da Vinci.

Había una vez una caja que era demasiado particular porque cada vez que se rompía se arreglaba sola, o cosas así: si vos te lastimabas y metías la mano, a la caja te curaba. Hasta que un día se rompió, pero no que tenia una raya, así que se rompió cuando se cayó o algo así. Una chica la vio y dijo "aunque sea una caja yo la voy a arreglar", agarró "la gotita" (como una plasticola que funciona muy bien) y silicona, la pego bien y dijo "listo, ahora la dejo donde estaba".
Al otro día la cajita mágica se sentía mejor y le escribió una carta a la chica. La carta decía:
"Hola!
Yo soy la caja, soy una caja mágica.
Te quería agradecer por todo y querría saber tu nombre.
Con amor, caja mágica".

Cuando la chica la recibió se asombró y le contesto. Le escribió:
"Hola!
Yo soy Lola.
De nada! Yo sabia que tenias algo especial
¿y cual es tu nombre?"

La caja, al recibir la respuesta, se asombro más porque pensó que no le iba a contestar. Entonces le escribió:
"Yo soy un chico en verdad, me llamo Nicolas y gracias por contestar!"

Cuando Lola lo recibió, le contestó que quería que se vieran otra vez, y él le contesto que si, pero dónde cuándo y de qué color tenia el pelo, —porque se había olvidado— para poder reconocerla más fácil. Lola le dijo celeste, y él todo confundido igualmente le preguntó pero dónde y cuándo. Lola le dijo en el zoológico y al otro día, a las 4 cuando se encontraron y se reconocieron fácil. Estuvieron divirtiéndose y desde ahí Lola y Nicolas fueron mejores amigos, y cada vez que veían una caja rota la arreglaban.